Ocaña Wilhelmi LT, Soler Humanes R, Fernández Serrano JL
Unidad de Cirugía Bariátrica. UGC de Cirugía General y Digestiva. Hospital Universitario Virgen de la Victoria. Málaga.

 

La pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2, enfermedad por coronavirus (COVID-19), ya plenamente instalada entre nosotros,
con sus dramáticas consecuencias para la salud de la población, nos exige actuar con diligencia para adecuar nuestros protocolos a cada patología determinada. La seguridad del paciente, preocupación en la que nos afanamos de forma decidida en los últimos años, ahora es sencillamente una cuestión vital, cuya no observación puede tener consecuencias fatales1 . Igualmente, la seguridad del profesional, sobre todo en nuestro país donde uno de cada siete infectados es sanitario, es esencial para seguir atendiendo a nuestros pacientes y a la hora de volver a realizar cirugía electiva.
Para ello se han venido elaborando y publicando numerosos documentos de posicionamiento desde las sociedades científicas que intentan, desde la evidencia actual disponible, pero sobre todo desde la prudencia (asistimos a una enfermedad que apenas estamos empezando a conocer), dotarnos de herramientas para seguir tratando con seguridad a nuestros pacientes, a la vez que cuidamos nuestra protección. Entre ellos las recomendaciones de la Asociación Española de Cirujanos2 y el Posicionamiento de la Asociación Andaluza de Cirujanos3.
La cirugía bariátrica y metabólica, como no puede ser de otra manera, se ha visto afectada en su rutina habitual, hasta la suspensión hace ya semanas de los quirófanos electivos y de las consultas presenciales, exceptuando los casos emergentes y urgentes. Sin duda nos hacemos muchas preguntas, pero tal vez la más perentoria es ¿cómo afecta la obesidad al paciente infectado COVID-19?, o mejor aún, ¿es el obeso mórbido un paciente de mayor riesgo cuando es infectado por el coronavirus?. Hace apenas tres meses que todo comenzó, pero las publicaciones ya proliferan y sobre
todo, y desgraciadamente, el volumen de pacientes es creciente y los tratamientos propuestos variados4.
Las demás cuestiones atañen a las intervenciones que se pueden o deben realizar durante el estado de alarma sanitaria, cómo seguir a los pacientes recién operados (¿es suficiente la consulta virtual?), cómo modificar la preparación de los que estaban en espera de una intervención inminente y recomendaciones en general a obesos mórbidos en confinamiento, y finalmente, cómo va a influir esta pandemia a la hora de volver paulatinamente a reabrir los quirófanos electivos y si esto modificará nuestros protocolos y priorizaciones.

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